Panorámica

PANORÁMICA No. 1. Lima, 2015. Fotografía digital con light painting


"Pero qué es Lima para mí, hoy, se me preguntará. He aquí una respuesta: nací en Lima de casualidad, como he podido nacer en Pekín, Roma o Iquitos. No me liga a la ciudad natal sino un recuerdo borroso como su garúa y su neblina, y una infinita abulia, seguramente generada por la esterilidad de su paisaje. Aparte del desierto —que comienza a ser paulatinamente bello a medida que se aleja de la ciudad— sólo recuerdo la arena de la Herradura y las continuas olas y las piedras ruidosas de Miraflores. Mis pocos afectos familiares son igualmente tibios y tranquilos como el clima, y los dos o tres amigos que allí me quedan, sinceros y permanentes. Una suerte de tabula rasa, una horizontalidad, una discreta sonrisa geográfica —el mar que lame sus flancos— han hecho de la anémica Lima una suerte de limbo. Nada sobresale de la chatura dominante, nada detona ni desdice —aun hoy— su pequeño abolengo español, con aires de gran ciudad y alma provinciana. La palabra de orden es: suavidad. Suavidad: tu nombre es limeño. Todo es suave para la señorita de buena familia, como para la huachafita de barrio. Suave es la Avenida Arequipa (entre San Isidro y Miraflores) y el turrón de Doña Pepa. Suave, más aún, suavecito, el mar de Agua Dulce (reino de la tifoidea y los transistores) y la voz de Carmencita. Suave es el Señor de los Milagros y los frijoles con arroz. El paraíso natural de todo buen limeño es la suavidad y, hasta la misma muerte, en semejantes condiciones, no puede ser sino suave: una manera como otra de irse muriendo poco a poco, como quien cuenta hasta diez, veinte, cien, diez mil, y aleja cada vez más la pálida fecha.
Sin embargo, para mí que nací exiliado y moriré exiliado, porque el exilio es mi estado natural, geográfico, social, afectivo, artístico, sexual, Lima no es una ciudad para vivir sino, al contrario, un lugar ideal para morir: un cementerio."

"11 de setiembre de 1980", de Primera muerte de María, Jorge Eduardo Eielson
Santuario Editorial

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