Plaza tomada

LA VICTORIA. Lima, 2016. Fotografía digital

La posición del general San Martín era tomar el otro lado de la plaza, hacia donde se dirigía con sus tropas luego de los bombardeos libertarios. El humo tiznaba el cielo y se oían gritos realistas que eran socorridos por los huesos de la muerte. Al fin de cuentas, la expulsión del enemigo se estaba cumpliendo y los últimos días habían ardido por igual en todos los frentes, sin descanso ni consuelo para nadie. Solo el general se tomaba el tiempo para anotar en su libreta -sin reflejar confusión alguna sobre su caballo- la división en la que se encontraban los patriotas: 52 bajo su mando y 7 450 bajo el mando realista. Por eso urdió un ejército continental que partió de Argentina y Chile para sacar de nuestra historia el encantamiento por el opresor, aún sin nuestra propia ayuda. "¡Esta batalla la hemos perdido nosotros!", era el grito triunfal de los 52 al ver a su país liberado.
Un siglo después, estamos en la plaza San Martín viendo a la humareda reanudar sus llamas, y, como antes, empieza a sitiar una parte de la capital. Las noticias reportan del incendio de un depósito clandestino en el distrito de La Victoria. También de las elecciones presidenciales. Esto parece avivar más el fuego hasta correrse en el cielo una cortina gris que durará por treinta días o cinco años. La victoria se está quemando.


Comentarios

Entradas populares