2011

GIULIANA. Iquitos, 2011. Fotografía digital

Mi espíritu no halla mayor complacencia que una vida sin tiempo en la selva. No es tarde saberlo, pero la naturaleza determina la conducta. Giuliana juega fútbol con nosotros y ríe, no tiene miedo, se desplaza junto a todos los niños de su barrio esperando el juego que traerán los truenos. Cuando la lluvia cae, ellos bailan de las manos.
Me gusta ser Giuliana y recibirlo todo tan fácilmente, alejarme de la parálisis que a veces es vivir. Quiero que mi padre vaya al monte con un machete, que mi madre prenda la tulpa a la urgencia del hambre, y que mis amigos, todos aquellos que han sabido llegar hasta aquí, asomen sus caras por mi puerta para invitarme al lodazal.

2011, hoy te veo andar en el horizonte.