El espejo azul

LADY L. Lima, 2006. Fotografía digital

Estábamos corriendo con una bolsa de papel llena de golosinas que le habíamos robado a don Arnaldo, era la fuerza para salir disparado entre los autos, atravesar el equilibrio de los demás. Cuando llegamos finalmente a las acequias nos merodeaban las antenas de luz como gigantescos robots, entonces decidimos escondernos en sus orillas donde los peces saltaban asustados por nuestra presencia. "Tontos", pensé, y les arrojé algunos dulces. Mirábamos por detrás de la maleza esperando que el zumbido de las libélulas no haya traído a nuestros perseguidores, ¡qué no harían con nosotros, si finalmente logramos nuestro primer asalto! Yo salté sobre el mostrador con mi honda y le apunté entre las cejas como el rifle de un cañón, él lucía nervioso y escondía una risa torpe mientras le hurgabas los cajones de dulces; fuiste muy rápida, no lo puedo negar. Habíamos vencido al hombre gruñón que quedó hechizado a no salir nunca del mostrador, a no mostrarnos sus piernas desde que lo conocimos, y cuyo rostro quedaba impreso como una etiqueta más en las latas de conserva. Dentro de la bolsa había un botín de colores que chupábamos despatarrados mirando las estrellas, uniendo esos campos de electricidad que se chispeaban por alguna estrella fugaz que caía en nuestras bocas; y el jugo, delicioso como una menta que refrescaba más con el viento, nos perdía eternamente de nuestra culpa. Cerca a la noche, la corriente de la acequia se abultó de más agua dirigiendo un desborde que nos cubrió hasta la cintura; los últimos dulces fueron al fondo y la bolsa se desprendió como un pañuelo llorón que tomaba la forma de las ondas. La noche era un cortocircuito que despertaba al cielo con sus relámpagos y encendía el espejo azul de abajo que nos cegaba, nos ensordecía dentro de su presión, liquidando nuestro escape en la marea más dulce que hayamos comido.

Comentarios

Anónimo dijo…
Pos pa serte sincero, esto de filosofar no va conmigo, no soy bueno ni para entenderlo ni para expresarlo, lo objetivo es más papaya. Pero si se trata de imágenes bacán, pos no hay q hablar sólo imaginar. Así q palmas pa la "azul".
Oso dijo…
Excelente, mi bitch.

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