Aforismo

AFORISMO. Lima, 2009. Fotografía digital

Yo llevo siete años acá, sin familia, mi esposa también está presa y mis dos hijas viven con su tía. Rubén camina por todo el parque y se presenta amistoso recogiendo la basura. Mi sentencia es por terrorismo agravado. Tiene la voz ligera como un soplido, la afonía hace que me acerque más a él. En verdad ni fue con Sendero ni con el MRTA, con ninguno, solo era una fachada para hacer actos delictivos: extorsionar, robar... Echa de mi lado a un recluso que lleva varios minutos pidiéndome cualquier cosa con insistencia secreta. Pero caímos con mi esposa, y a mí me esperan veinte años más. Debe de haber perdido muchos dientes en la cárcel, su boca es grande pero vacía. Mi madre murió, no tengo a nadie. Rubén lleva un tazón a la mano que lo recibe de menesteroso, su historia es determinada y agacha los ojos con ella. Si puedes ayudarme con algo, te lo agradecería, acá siempre hace falta. Lo abrazo encontrando perdón, su cuerpo es flaco pero resistente. En pocos segundos nuestros límites desaparecen, como su destino dentro de esas murallas a las que regresa.

Comentarios

vargasluna dijo…
¿en serio?

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