El yo del adiós

EL YO DEL ADIÓS. Lima, 2010. Fotografía digital de toma directa

Terminaba sus cartas frotando el polvo dorado de las polillas en los márgenes del papel. Los bolsillos de su abrigo migraban capullos en un sobre cerrado. Pero ¿adónde llegaba finalmente? A decir por la medida de su abrazo, no muy lejos. Arregló su partida muchas veces pero la retenía el desierto que la dejaba una y otra vez en medio de sus postergaciones. Entonces, ¿podría decirse que partía? En alguna medida lo hizo en el beso que dejó en Calabria, pero desde ahí aprendió a vivir con los bolsillos cada vez más hinchados, siendo ella y otras. Las otras eran las que se despedían. Ella era la que quedaba.

Exposición La Semana del Arte Perú 2010, Centro Cultural Juan Parra del Riego

Comentarios

Ana Rosa BL. dijo…
Sandro me has dejado sin palabras, simplemente bello.
Sandro Aguilar dijo…
Gracias, Ana Rosa, por tu silencio bello.
Assis dijo…
Que bela!

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