Día del Trabajo

RAMÓN Y ANACLETA. Lima, 2016. Fotografía digital

Ramón Alejandro y Anacleta Pinares son una pareja de ceramistas de Apurímac. Cuando vinieron a vivir a Lima buscaron el cerro más alto para levantar su casa y lo encontraron en San Juan de Miraflores. La altura era algo que los haría sentirse en su pueblo. Él se encarga de modelar el yeso, la arcilla y la tiza; ella de pintar los retablos con los colores que le recuerdan a su tierra. Su taller es el patio de la casa, por eso su trabajo solo se hace con luz natural. Ramón no es religioso, pero busca alguna especie de santidad en el respeto a la naturaleza. Todo en él parece ligado a los cielos, y aun ahora, a sus 61 años, tiene la inquietud de mudarse a una cumbre más alta. Anacleta prende la leña, da forma al fuego y con las dos manos toca la cara de su último hijo para despedirlo. Vieja metáfora de la Creación.