The Queen's

THE QUEEN'S. Lima, 2019. Fotografía digital

En el penal Santa Mónica, Chorrillos, el último patio parece un mercado. La realidad se modifica por un instante. Las filas de puestos a los dos lados dejan un pasadizo central por el que se recorre los comercios que ofrecen las reclusas: abarrotes, ropa, comida, artesanías, zapatos. Los zapatos los hace The Queen's by Medalith, la marca que dirige Medalith Ravichahua y cuenta con varias trabajadoras, todas ellas internas. "Estar privada de mi libertad no significa que esté privada de mi talento ni mis conocimientos", dice la empresaria sin ánimo de derrota. Muchas cárceles llevan los nombres de santos, como en las iglesias, quizás para redimir así las condenas dentro de los confines de la divinidad. Trabajo y tiempo es lo que se fusiona en estos talleres que fueron obra inicial del padre belga Hubert Lanssiers, quien hace muchos años promovió la construcción del pabellón industrial en el penal de Lurigancho, con el fin de reinsertar a los presos en el trabajo y, más adelante cuando terminen su pena, hagan lo aprendido en libertad. Estas mujeres se preparan para ese tiempo.